sábado, abril 15, 2017

Sábado Santo

Sábado Santo
DÍA DE LUTO

El sábado santo, día del descanso en el sepulcro, es realmente día alitúrgico (sin celebraciones de ningún tipo), pues no tiene misa ni comunión; si se prescinde de la vigilia pascual, sólo queda para la liturgia de este día el rezo de las horas.

Es este un día de luto para la Iglesia pues Cristo el Señor ha muerto, pero a la vez es un día de esperanza en la resurrección.

Acompañemos en el silencio del sepulcro a Jesús. Acompañemos en el silencio del dolor a María y a los apóstoles. Es el día de la reflexión antes de la gran pascua por la resurrección del Salvador.

Es el día en que cada uno de nosotros, juntamente con toda la Iglesia, meditemos los grandes misterios hasta ahora vividos; oración profunda que debe llevarnos hacia un cambio radical en nuestras vidas. Los apóstoles se habían reunido en un lugar aparte para asimilar la muerte del Maestro, pero ellos no quedaron en "la muerte", esperaban "algo más", ese algo que Cristo a lo largo de su vida pública había anunciado.

Y es María Magdalena, aquella que había ungido al Señor antes de su muerte la encargada de anunciar ese "algo" tan esperado, la espera había concluido ¡El Señor había resucitado!. Ese anuncio de la Magdalena que movió a Pedro y a Juan a ir hacia el sepulcro vacío es el mismo anuncio que debe de llevarnos a unirnos en el anuncio del kerigma - resurrección del Señor- que celebraremos en esta noche santa en que "muertas las cadenas de la muerte" ( cf. pregón pascual) Dios nos da la vida y la gloria.

Preparémonos desde el fondo de nuestro corazón.


VIGILIA DE ASOMBRO

Que tu santa luz gloriosa ilumine al pueblo redimido con tu Pascua y lo introduzca en la fiesta de tu resurrección. Todo el día del sábado ha sido un camino de silencio, recorrido en fe y en expectación. Los apóstoles, en su sábado primero, vivieron la decepción, la tristeza y el desaliento. Nosotros, iluminados por la resurrección ya creída, lo hemos pasado en recogimiento sagrado, en vela diurna. Sin celebración externa. Por eso¡ éste es el momento del gozo efusivo, es la hora esperada de la Vigilia Pascual, madre de todas las vigilias: Es el momento de la luz, del pregón, de la memoria de la historia de la salvación, del anuncio de la resurrección y de la renovación de las promesas del bautismo.

1. La hora de la luz y del pregón Pascual

Al comenzar la vigilia con la fiesta del fuego, tan simbólico y significativo, algo nuevo ha acontecido en medio del pueblo. La llama ha surgido en la oscuridad. Al prenderse el cirio Pascual del fuego nuevo, se ha intuido el esplendor de la Pascua de Cristo resucitado. Cristo es la Luz. De él se enciende toda luz y por él se ilumina el templo vivo de la Iglesia, convocada para el pregón pascual. Por eso cantamos con todo el fervor de nuestras voces: ¡Oh noche realmente dichosa, que cambia la tiniebla en claridad y la muerte en vida! Es noche de Pascua. Noche de liberación.

2. La Palabra y el anuncio de la Resurrección

Terminado el pregón de las fiestas pascuales, escuchamos la palabra que hace memoria de las manifestaciones de Dios en la historia de Israel, desde la creación hasta el momento de la gran manifestación: "Ha resucitado ". Es un camino largo de contemplación que culmina con el canto del/Aleluya! " ¡Cristo ha resucitado! Es el Señor, él es la verdadera liberación de la historia de todos los pueblos. él es nuestra salvación. Ahora ya exultamos al proclamar: "éste es el día en que actuó el Señor sea nuestra alegría y nuestro gozo ". ¡Gloria al Señor!

3. Eucaristía bautismal

Iluminados por la Palabra, entramos hacia el corazón de la Eucaristía. Vivimos la experiencia bautismal, bajo la mirada de todos los santos. Renovamos nuestra fe y sentimos que Cristo es nuestra vida. Rociados por su amo1; compartimos el pan de la pascua en comunión de vida fraterna. El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres ". él ha enjugado nuestras lágrimas y nos ha inundado de alegría el corazón. Desde ahora, celebrar la Pascua es vivir recién nacidos por el agua y el Espíritu. Que esta noche, sea de verdad la nueva creación del mundo en la Pascua de la resurrección de Cristo.

Para seguir meditando:

¿Qué implica la Pascua como vivencia de tu bautismo?
¿Cómo vivir realmente la vida de resucitado en el Señor?

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